La práctica de los cinco elementos en el Shiatsu (4/5)
(Viene de: Parte 3 – El elemento Fuego)
El elemento Tierra es el fundamento de nuestra existencia física. La Tierra es el suelo donde apoyamos los pies firmemente, es sólida, nutritiva, aporta soporte y en apariencia inamovible. Cualquier cosa que represente estabilidad y apoyo en nuestras vidas es el elemento Tierra para nosotros, nuestra seguridad (un lugar, una relación personal, un principio o creencia, o un proceso físico como la alimentación). Al nacer y en los primeros meses de vida, es nuestra madre nuestro soporte vital omnipresente, del que dependemos. Casi todas las culturas han llamado “Madre” a la Tierra, pues es la Tierra la que nos da la vida, nos nutre, y nos apoya.
En el ser humano se expresa este elemento con compasión, reconocimiento y empatía, y con un sentimiento de amor y unión con el entorno: “uno se siente como en casa”. El carácter Tierra es tranquilo, pacífico y estable.
La fertilidad, tanto del cuerpo como de la mente, es el regalo del elemento Tierra y deriva de su cualidad Yin de receptividad. La Tierra absorbe la luz y toma electricidad, se empapa de la lluvia, y absorbe y transforma en su interior cuerpos muertos o de desecho, que a su vez se convierten en la base de un nuevo crecimiento y vida, pues el suelo fertilizado acoge las semillas y las nutre.
El Pensamiento (Yì – 意, también traducido como intelecto, la habilidad para reflexionar, imaginar y formar ideas) está asociado con el Elemento Tierra y es la primera fase en el proceso de actuación, es decir, de llevar las ideas a la práctica. Es el elemento Tierra el que nos permite elaborar conceptos intelectuales a partir del germen de una idea.
La creatividad, para crear arte verdadero, requiere un sentido de la proporción y de la armonía. El Pensamiento (Yì) lo extrae del Shén (神). La creatividad en Shiatsu es equivalente a la fluidez, a la capacidad de elegir entre una amplia diversidad de técnicas como respuesta directa a las necesidades del paciente. Todas las técnicas, sin embargo, deben basarse en el terreno estable del soporte y del apoyo imprescindibles que nos da la Tierra.
Asimismo, la nutrición y la capacidad de recibir es vital para entender los meridianos Tierra, Estómago y Bazo, que encarnan la capacidad de acoger, recibir, procesar y devolver no sólo la nutrición física sino también emocional y mental. Hay que tener presente que, cuando la Tierra está desequilibrada, tiende a veces a dar mucho y no poder recibir.
De todo ello es fácil deducir que para trabajar el elemento Tierra en la práctica del Shiatsu es imprescindible dar mucho soporte y estabilidad al paciente. Es necesario estar 100% presente, manteniendo siempre el contacto y la continuidad, y dando mucha seguridad. También hay que introducir un punto de orden, sobre todo cuando se trata de personas que desarrollan un gran trabajo mental y tienen un poco más abandonada su parte física.
Para ello, buscaremos el apoyo máximo del contacto de las manos, dando un poco más de presión y énfasis a la «mano madre«. Ambas manos deben dar mucho soporte, y el hara debe estar siempre presente. El tratamiento debe ser ordenado y con continuidad, cuidando mucho las transiciones. Haremos partícipe al paciente mediante la respiración y estimulando la propiocepción, pidiendo que lleve el aire a partes concretas del cuerpo y preguntándole por las sensaciones físicas. Especialmente cuando el paciente lleva mucha carga y actividad mental, intentaremos aumentar su consciencia corporal para «bajarle» al mundo físico (terrenal). Hay que recordar que a través de la sensación física se puede conectar con la parte emocional.
También son técnicas con una cualidad Tierra el Ampuku y los contactos sobre los órganos de la zona abdominal. El trabajo con los pies (como las técnicas de I Hara o Barefoot Shiatsu), especialmente con personas más voluminosas, también aporta Tierra al tratamiento.
El ritmo es más lento y calmando, aunque es posible que la condición del paciente nos pida comenzar más rápido al principio, para luego ir bajando el ritmo. Se puede incluir algún pico de dinamismo puntualmente en ciertos casos. Cuando hay problemas de Humedad y/o Flema, haremos cambios de posición durante la sesión, para evitar que la Humedad se estanque.
Las zonas corporales asociadas con la Tierra son el Hara, las zonas de aguante de carga (lumbares, cadera, cuello), y zonas de gran musculatura, como los muslos y los brazos.
En cualquier caso, siempre que haya un desequilibrio en la Tierra, haremos hincapié en las recomendaciones sobre la dieta.
Y para terminar, próximamente… el Metal.
Sandra Jiménez
Terapeuta de Shiatsu Zen
Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.
En 2011 lancé AMALUR ZEN como un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral, donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas. ¿Quieres conocer mi historia?