La práctica de los cinco elementos en el Shiatsu (5/5)
(Viene de: Parte 4 – El elemento Tierra)
El ideograma chino que se traduce como «Metal» en los cinco elementos, 金 – jīn, significa más concretamente oro. También se suele utilizar en el sentido de «dinero». Es decir, denota algo muy valioso que se utiliza como intercambio. De igual modo podemos asociar los órganos Metal con esa idea de valor e intercambio: el Pulmón obtiene lo más valioso del exterior, el Qi puro del aire, y el Intestino Grueso elimina lo que ya no tiene ningún valor para el cuerpo y la mente.
El elemento Metal marca los límites entre nuestro mundo interno y el mundo externo, y ambos órganos, Pulmón e Intestino Grueso trabajan juntos en el intercambio con nuestro entorno. El Metal refleja tanto la capacidad de implicarse y de ser sensible a las cosas, como la de apartarse y separarse. Su naturaleza dual es como la respiración: expansión y contracción, recepción y liberación.
Otra de las características del Metal es su conductividad. El calor, el magnetismo o la electricidad son rápidamente transmitidos por el Metal. En las personas esto se traduce en una gran capacidad comunicativa. El Metal implica la capacidad de recibir y transmitir mensajes, de comunicarse con el medio y continuar siendo nosotros mismos.
Las cualidades del Metal se reflejan en el Shiatsu mediante una conexión positiva y una respiración sostenida. El establecimiento de una conexión vital con el paciente permite que haya una transmisión máxima de Qi, y aumenta la sensación de comunicación inherente en el Shiatsu. La regularidad de la respiración asegura una mente vacía, construyendo ambas cosas prerrequisitos para un Hara fuerte y abierto. El ritmo respiratorio es el proceso vital del cual dependemos. Podemos estar días sin comer y sin beber, pero únicamente unos pocos minutos sin respirar.
El Metal también tiene el atributo de la precisión, gracias a su naturaleza, que permite realizar construcciones firmes y precisas. Es por ello que la precisión será una parte muy importante de la actitud terapéutica a la hora de trabajar este elemento. También deberemos explorar los límites de la persona. Ante una persona muy rutinaria, intentaremos que salga de su monotonía, llevarlo al límite, e incluso traspasarlo. En esta misma línea de precisión y límites, una persona metal querrá saber qué se le va a hacer. El terapeuta deberá ser muy asertivo y proponer, pautar una rutina de tratamiento fijando un objetivo (número de sesiones, qué se desea conseguir…).
El Pò – 魄 es la cualidad espiritual del Metal, la dimensión más física del espíritu, el Alma Corpórea. Para trabajar el Pò se buscará conectar con su espacio vital, con visualizaciones en los contactos. En general, las personas Metal encontrarán dificultades para entender pensamientos sutiles y/o esotéricos, y para contactar con lo etérico. Sin embargo, en ocasiones es recomendable llevarles hacia lo intangible, para contactar con su Hún – 魂, o Alma Etérica.
Como buen conductor, el Metal se deja influir psíquicamente por otras personas y situaciones, y suele reaccionar bien cuando se le aportan recomendaciones (de tipo dietético, ejercicios, rutinas…).
Entre los recursos técnicos que tienen una cualidad metal se encuentra de nuevo la precisión: precisión a la hora de trabajar los puntos y los meridianos, siendo más rigurosos. Las presiones serán más incisivas, fuertes y profundas. Los estiramientos pasivos se llevarán al límite.
El Metal rige el sentido del olfato, y su órgano sensitivo asociado es la nariz. Una forma de estimular el Metal es utilizar la aromaterapia. Es importante que el paciente trabaje la respiración, haciendo respiraciones profundas y completas.
El ritmo del metal es monótono y continuo, estable y pausado, rítmico (valga la redundancia).
Las zonas corporales asociadas con el elemento Metal son el pecho, diafragma (aunque el diafragma también está relacionado con la Madera, pues es el hígado el que controla las estructuras horizontales del cuerpo), y los límites de la caja torácica en general. También los brazos, la parte delantera del cuello y garganta y las cuerdas bocales. Como decía antes, la nariz es el órgano sensitivo asociado al Metal, y el meridiano de Intestino Grueso termina en el borde de los senos paranasales. También el colon, por su función excretora, está relacionado con el elemento Metal.
En la introducción de esta serie de artículos, se mencionaba que la teoría de los cinco elementos (wǔxíng) proporciona una cosmología para explicar todo el Universo. En esta serie hemos visto una pequeña aplicación práctica de estos principios, usando las características propias de cada elemento directamente en la práctica del Shiatsu. Pero sólo es una pequeña gota de agua en el vasto océano de todo lo que el Wǔxíng puede ofrecer…
Sandra Jiménez
Terapeuta de Shiatsu Zen
Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.
En 2011 lancé AMALUR ZEN como un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral, donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas. ¿Quieres conocer mi historia?
Hola, Sandra:
En estos momentos estoy preparando un trabajo sobre el elemento metal. Se trata de una de las actividades de mi curso de shiatsu y tu post me vendrá muy bien. Sobre todo me interesa lo que dices sobre cómo tratar con shiatsu a las personas con un metal más marcado.
Gracias y ánimo con tu blog, está muy bien.
Un abrazo,
Iñaki
Gracias!
Muchas gracias por tu comentario Iñaki! Me alegro de que te sirva de ayuda. El último artículo que he publicado igual te puede servir también de inspiración.
Un abrazo, y a ver si algún día coincidimos en el dojo!
Sandra