Aceptar a las personas y la vida tal como son

por | lunes, 23 diciembre 2013 | 1 Comentario

He decidido saltarme una herramienta de la lista original de “12 herramientas indispensables para vivir conscientemente”, dejarla para más adelante, y pasar a “aceptar a las personas y la vida tal y como son”. ¿Por qué? Porque es algo que realmente necesito trabajar ahora que se acercan las navidades, las reuniones familiares, los encuentros con amistades que hace tiempo que no ves…

Es una época que a muchas personas les genera estrés (desde el “te encanta la navidad y quieres que todo sea perfecto, tienes 40 invitados para cenar en Nochebuena, y llevas dos meses buscando el regalo ideal para cada persona”; hasta el típico “Grinch” que odia la Navidad y hará todo lo que pueda para aguarle la fiesta a todos). También el juntarse con toda la familia y amigos, que debería ser un momento de alegría y agradecimiento, suele generar más de un conflicto y disparar viejas rencillas.

Acepta a las personas y la vida tal como son

En el momento en el que dejé de intentar cambiar a un ser querido, y comencé a aceptarle tal y como era, fui capaz de simplemente estar con él y disfrutar el tiempo que pasábamos juntos. Esta aceptación tiene el mismo efecto con cualquier cosa que hagas – aceptar a un compañero de trabajo, un hijo, tu pareja, pero también aceptar las situaciones “malas”, un sentimiento desagradable, un sonido molesto. Cuando dejamos de intentar luchar contra el modo en que son las cosas, cuando aceptamos lo que son, nos sentimos mucho más en paz.

12 herramientas indispensables para una vida consciente” de Leo Babauta – Zen Habits.

Pero…

A menudo deseamos que las personas cambien.

Puede que tengas las mejores intenciones del mundo; puede que estés convencido/a de que tú tienes razón (incluso que, de hecho, la tengas); puede que el discurso del otro esté atentando contra tus principios o que te estén faltando al respeto… Pero en cualquiera de estos casos, estamos juzgando a la otra persona, estamos filtrando todo lo que dicen por nuestros pensamientos, y una buena parte de nuestra mente está ocupada procesando, analizando, decidiendo… Y al mismo tiempo, estamos sufriendo.

Sufrimos porque nos preocupamos por la salud del otro y no hace caso a nuestras recomendaciones. Sufrimos porque no nos entienden, no nos escuchan. Sufrimos porque nos enfadamos.

Y podemos ahorrarnos todo ese sufrimiento aprendiendo a aceptar a las personas (y las situaciones) tal y como son.

Podemos dejar de intentar cambiar a las personas, y simplemente “fundirnos” en su presencia, tan solo darnos cuenta de quienes son en realidad, y apreciarlos por cómo son. Podemos dejar de quejarnos sobre las circunstancias de nuestra vida, sobre nuestras pérdidas, o cómo es el mundo, y simplemente “fundirnos” con él.

Acepta. Observa. Agradece.

“The way to be”” de Leo Babauta – Zen Habits.

Aceptar

Foto: Giulamar – Pixabay

Aceptar, observar sin juicios, y sentirte agradecido/a por poder compartir ese momento con esa persona, por estar vivo/a. Esta es la propuesta de hoy.

Mi propuesta

Esta vez, más que mi experiencia, os contaré mi plan. Estaré una semana visitando a mi familia y amigos, a los que veo tan solo 2 o 3 veces al año. La visita navideña suele añadir cada año una buena dosis estrés y mal humor a la alegría de estar con mis seres queridos, algo que me gustaría ahorrarme. Así que este año he decidido aplicar las herramientas de mindfulness durante mi estancia, especialmente esta de aceptar.

Este es mi plan:

  • Meditar cada día, al menos una vez. Dedicar cada día 10 minutos a hacer algo de yoga, estiramientos o makko ho.
  • Practicar la gratitud. Agradecer cada día al menos 5 cosas.
  • En las conversaciones, practicar la escucha activa, centrándome en la otra persona y sus necesidades.
  • Dar cada día 1 abrazo. (sí, suena a poco, a «fácil»… pero tú no conoces a mi familia… 😀 )
  • Observar mis emociones. Cuando me sienta enfadada, estresada o triste, respirar y sonreír antes de hablar.
  • Observar mis pensamientos y pararlos. Practicar el estar despierto.
  • Y por supuesto, aceptar a las personas y las situaciones tal y como son, sin intentar cambiarlas.

¡A la vuelta os cuento qué tal ha ido!

¡¡Que paséis muy felices fiestas!!

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Sandra Jiménez

Sandra Jiménez

Terapeuta de Shiatsu Zen

Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.

En 2011 lancé AMALUR ZEN como  un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias  AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral,  donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas.  ¿Quieres conocer mi historia?