Meditación

por | jueves, 21 noviembre 2013 | 0 Comentarios

Puede que te lo haya recomendado algún/a amigo/a, o que hayas leído algo en algún sitio. Te ha entrado curiosidad por la meditación y te gustaría saber un poco más. Puede que quieras comenzar a meditar y tengas dudas o miedos, que creas que será muy complicado o que no serás capaz, o que tienes que ponerte en posturas raras e incómodas…

Meditar

En su artículo “12 herramientas indispensables para vivir conscientemente”, Leo Babauta propone Meditar como la primera de ellas, del siguiente modo:

La meditación es el punto en el que una vida consciente empieza. Y no es algo complicado: puedes comenzar sentándote durante tan solo un minuto al día (subiendo hasta 3-5 minutos después de la primera semana), llevando la atención a tu cuerpo y tu respiración. Nota cuando tus pensamientos deambulen, y vuelve a llevar tu atención a la respiración. Repítelo hasta que el minuto haya pasado.

Si nunca has hecho ningún tipo de práctica de meditación, puede que esta indicación breve no sea suficiente. Pero no te preocupes, yo misma estoy aprendiendo a meditar poco a poco, y mi objetivo hoy es que aprendas a meditar conmigo. A continuación tienes los enlaces a varios artículos que a mi me han ayudado a comenzar a meditar.

Si crees que para meditar tienes que retirarte del mundanal ruido, ponerte una postura rara, y que así alcanzarás algún tipo de trance, este artículo es para ti, porque la meditación no es lo que tú crees ;).

Meditar es llevar la atención de manera sistemática sobre una acción concreta. Cuando meditamos estamos dirigiendo nuestra conciencia y atención a algo concreto, por ejemplo, nuestra respiración o nuestro propio cuerpo.

El título lo dice todo, ¿verdad?. En sólo 7 pasos puedes meditar. ¡Es fácil!

Lo mejor de meditar es que no necesitas nada ni a nadie. Es gratis y puedes hacerlo en cualquier momento y lugar. Pocas cosas son tan asequibles y proporcionan tantos beneficios.

Si no has tenido suficiente, aquí tienes otra versión con unas instrucciones muy sencillas para comenzar a meditar.

Hay mucha gente que cree que meditar consiste en dejar la mente en blanco, en dejar de pensar. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que, con la práctica, la meditación puede dar lugar a un estado de no-pensamiento; pero esto es un efecto secundario de la práctica, no su objetivo y, de todos modos, ni ocurre siempre ni le sucede a todo el mundo.

O puedes leer también el artículo de Zen Habits, en inglés.

Mi experiencia

De todas las “herramientas” propuestas, meditar (tal y como está propuesta en Zen Habits) no debería ser un problema para mi. Estoy acostumbrada a hacer pequeñas prácticas de meditación tanto en las clases de Qi Gong o de Yoga, como en otros encuentros y actividades. Pero la verdad es que nunca me lo había propuesto como rutina diaria por mi cuenta, y a la hora de la verdad, me he dado cuenta de que la teoría la tengo muy bien aprendida, pero a la hora de llevarlo a la práctica… ¡uf! :D. Eso sí, en mi primera semana de meditación, he aprendido muchas cosas:

1. Tendemos a olvidarnos

Lo primero que he aprendido es que, como bien dice Leo, tendemos a olvidarnos. El primer día que me propuse hacer una pequeña meditación, se me olvidó por completo. Fue un día de esos en el que te surgen un montón de imprevistos y vas pensando “después lo hago que ahora estoy muy liada…”, hasta que finalmente ha pasado el día y no has podido sacar ni un minuto :(.

Esto me ocurrió dos días más, en los que también tuve más trabajo del habitual y algunos imprevistos. Pero, ¡no pasa nada! Aunque es importante el compromiso y la constancia, también lo es ser un poco flexible e indulgente con uno mismo.

2. Planificar y organizarse ayuda

Así, lo segunda cosa que he aprendido, es que cuando quieres incluir una rutina o hábito nuevo en tu vida, es mucho más fácil si lo planificas. ¿Y cómo se planifica?

  • Decidiendo un momento del día en el que te comprometerás a dedicarte a ese nuevo hábito (en este caso, un momento de meditación). Puedes elegir un “desencadenante”, algún evento que ocurra a diario, que te sirva a la vez de recordatorio y que marque ese momento.
  • Utilizando herramientas para recordarte esa “tarea” (desde una alarma en el móvil, a un post-it en el espejo del baño, ¡cualquier cosa vale!).
  • Poniéndotelo fácil: organízate, ten preparado todo lo que vayas a necesitar. Por ejemplo, ten preparado de antemano un mecanismo para cronometrar el tiempo de meditación y que te avise cuando ese tiempo haya pasado. Utiliza el “modo avión” del móvil, o apágalo directamente.

3. ¿¿Sólo un minuto??

La tercera cosa que he aprendido es que, un minuto realmente pasa MUY rápido. El tercer día probé dos minutos, que también pasaron volando, y a partir del cuarto, cinco minutos. Que, personalmente, me siguen sabiendo a poco 🙂

4. ¡¡Sólo un minuto!!

La cuarta cosa es que, aunque un minuto parezca muy poco tiempo, realmente hay un cambio significativo entre el antes y el después. Si dedicas un instante a hacer un rápido chequeo interno antes y después de la meditación, tú también lo notarás: más claridad mental, mejor concentración o paz interior.

Conclusiones

Comenzar a meditar con 1 minuto al día es una buena forma de no desanimarte. Es accesible para cualquier persona, es fácil, no requiere prácticamente esfuerzo ni nada especial, y tiene una pequeña recompensa inmediata.

Ya conocía la práctica de “One moment meditation” (Meditación en un instante), que empieza con la “Meditación de un minuto”. Creo que es una herramienta muy práctica para el estrés del día a día, y que también puede ayudar mucho a las personas que nunca han meditado y quieren empezar.

Me he dado cuenta de que, personalmente, necesito reservar más tiempo y espacio para meditar, que necesito profundizar un poco más. Así que me he propuesto dedicar entre 20 minutos y media hora, tres veces por semana, y el resto de días hacer la “Meditación de un minuto”, al menos una vez al día. Puede que más adelante busque alguna escuela o práctica concreta de meditación. De momento, tan sólo quiero sentarme y simplemente, estar, respirar, enfocarme en el presente.

¿Quieres compartir tu experiencia con la meditación? ¿Tienes dudas? ¡Puedes utilizar la sección de comentarios!

Imagen: freedigitalphotos.net / sippakorn

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Sandra Jiménez

Sandra Jiménez

Terapeuta de Shiatsu Zen

Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.

En 2011 lancé AMALUR ZEN como  un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias  AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral,  donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas.  ¿Quieres conocer mi historia?