PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE SHIATSU

Si no conoces el Shiatsu, aquí tienes las preguntas más habituales sobre qué puedes esperar

 

¿Es el Shiatsu lo mismo que el masaje?

No. El Shiatsu y el masaje se diferencian en muchos sentidos. Para empezar, el Shiatsu se realiza con la persona totalmente vestida, y no se utilizan aceites o cremas. Las técnicas de presión con los pulgares características del Shiatsu se realizan teniendo en cuenta los puntos energéticos y los recorridos de los meridianos o canales, teniendo un efecto en todo el cuerpo. El masaje se centra en los músculos, sistema linfático, etc. y tiene un efecto más localizado. Tanto el Shiatsu como el masaje tienen en común algunas técnicas de estiramientos y amasamientos, pero la sensación al recibirlo es totalmente distinta.

¿Cómo funciona el Shiatsu?

El Shiatsu se basa en los mismos principios que la acupuntura. Utiliza el concepto de Qi (o Ki en japonés), la energía universal de la cual todo lo que existe es una manifestación, según las filosofías orientales. Los terapeutas (o practicantes) de Shiatsu aprenden a desarrollar la sensibilidad necesaria para sentir y percibir el Qi del cuerpo humano. (En realidad, cualquier persona puede aprender a desarrollar su propio Qi con ejercicios de Qi Gong (Chi Kung), Tai Chi, etc.).
Según la Medicina Tradicional China, los desequilibrios del Qi son el origen de las enfermedades, de modo que re-equilibrando nuestra energía podemos mejorar nuestra salud. Los órganos del cuerpo tienen asociados ciertos meridianos (o canales) energéticos que discurren a lo largo de todo el cuerpo; así, al trabajar dichos meridianos, también se afecta a los órganos internos.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

El terapeuta o practicante utiliza la información proporcionada por el cliente y realiza un diagnóstico de Hara (abdomen). Adicionalmente se pueden utilizar otras técnicas diagnósticas, como el pulso o la lengua. Con toda esta información se puede formar una imagen del balance energético de la persona.
El diagnóstico de Hara es una técnica específica del Shiatsu Zen, que consiste en una palpación muy suave del abdomen (Hara), que se divide en diferentes áreas, cada una relacionada con un meridiano. De este modo, se eligen los meridianos que necesitan una atención más urgente (el más kyo o vacío, y el más jitsu o pleno), siendo normalmente la base del tratamiento en esta terapia.

¿Puede el Shiatsu “curar”?

El Shiatsu fomenta la capacidad de autocuración del cuerpo. El terapeuta no cura, simplemente da base y apoyo mediante su conocimiento e intuición, mediante la escucha y el contacto, para que el otro pueda curarse a sí mismo. El terapeuta de Shiatsu conoce un repertorio de técnicas, sabe qué puntos o meridianos estimular, pero siempre es la propia capacidad del cuerpo para curarse la que desencadena el proceso curativo.

¿Puede el Shiatsu ayudar a tratar síntomas o enfermedades concretas?

Sí. Ciertos problemas de salud responden mejor que otros y cada persona es única y reacciona de manera diferente al tratamiento, pero el Shiatsu puede ser beneficioso para aliviar una gran mayoría de síntomas y la mayoría de personas sentirá un resultado positivo. Estudios científicos han demostrado que ciertos puntos de acupuntura (los mismos que usa el Shiatsu) estimulan aspectos específicos de la salud.

¿En qué dolencias comunes puede ayudar el Shiatsu?

¡Muchas y muy variadas! Tensión muscular, dolor de cuello, dolor de espalda, cefaleas, migrañas, problemas digestivos, estreñimiento, diarreas crónicas, dolores menstruales, estrés, insomnio, fatiga crónica, ansiedad, cansancio en general, falta de concentración, falta de motivación… Aquí tienes una lista más completa de qué se puede tratar con Shiatsu.

¿Tengo que estar enfermo/a (o sano/a) para recibir Shiatsu?

El Shiatsu puede ayudar a aliviar los síntomas de muchas enfermedades crónicas, así como dar apoyo durante periodos de convalecencia. Muchas enfermedades pueden ser tratadas con Shiatsu, aunque no se debe recibir Shiatsu cuando hay algunos síntomas agudos, como fiebre: indica que el cuerpo ya está trabajando intensamente por sí mismo y es mejor esperar a que pase la fiebre.
Por favor, si tienes alguna duda respecto a algún síntoma que pudieras tener, llama o escríbenos un email.
Cuando estás sano/a el Shiatsu también ayuda a relajarse y a mantener un buen estado de salud, a desarrollar la consciencia y a estar mejor contigo mismo/a.

¿Cualquier persona puede recibir Shiatsu?

Sí, el Shiatsu puede practicarse tanto a bebés y niños, como a adultos o ancianos.

¿Puedo recibir Shiatsu si estoy embarazada?

Sí. El Shiatsu es una terapia no invasiva, y puede aplicarse durante todo el embarazo (aunque para mayor seguridad, se suele recomendar a partir del tercer mes), siempre que lo realice un terapeuta cualificado. Es más, el Shiatsu puede ayudarte a llevar un embarazo más saludable. En general, el Shiatsu puede proporcionar una gran sensación de apoyo durante el embarazo, además de aliviar las molestias típicas del embarazo (náuseas, dolor de espalda, edemas…). Existen puntos contraindicados durante el embarazo, pues son puntos que inducen el parto, y que de hecho pueden ser usados durante el parto para facilitarlo y reducir el dolor.

Consulta las sesiones de Shiatsu especiales para embarazadas.

¿Puedo recibir Shiatsu si tomo medicación?

En general no hay ningún inconveniente. Es importante que tu terapeuta conozca qué medicinas tomas y para qué. El Shiatsu no sustituye ningún tratamiento ni diagnóstico médico, y es siempre el médico quien ha de indicar cualquier tratamiento con medicamentos.

¿Dónde y cómo se realiza una sesión de Shiatsu?

El Shiatsu se realiza sobre un futón (un colchón de unos 7cm) en el suelo, y con ropa cómoda, ancha y holgada. El tratamiento se puede realizar en diferentes posturas: boca abajo, boca arriba, de lado o sentado.

¿Y si mi estado de salud no me permite tumbarme en el suelo?

Se puede recibir Shiatsu sentado en una silla (existen sillas ergonómicas para masaje, pero es posible en cualquier silla, o incluso en el suelo). Siempre se busca la máxima comodidad del paciente, usándose mantas y cojines para lograr un mayor apoyo en las diferentes posturas.

¿Qué he de tener en cuenta antes de una sesión de Shiatsu?

Has de traer ropa cómoda (podrás cambiarte en el centro), a ser posible de fibras naturales: unos pantalones de deporte o anchos, una camiseta y una sudadera (si es invierno) y unos calcetines. También es aconsejable quitarse el reloj, joyas, etc. y no llevar cinturón ni cosas en los bolsillos.
Es recomendable no hacer una comida abundante antes de una sesión de Shiatsu. Para que la terapia sea lo más efectiva posible, la sangre y la energía no deben estar concentradas en procesos digestivos.

¿El Shiatsu duele?

Uno de los objetivos del Shiatsu es que el cuerpo se relaje, de manera que se de una apertura, y por ello suele usarse un contacto suave, no doloroso y no invasivo. El Shiatsu tiene diferentes técnicas de contacto, algunas más fuertes, otras más suaves, dinámicas o estáticas, profundas o superficiales, que se usan dependiendo de qué se desee conseguir (tonificar, dispersar, dar la cualidad de un elemento….), y que sirven para adaptarse a cada persona. En ocasiones ciertos meridianos o puntos pueden estar especialmente sensibles y/o dolorosos, incluso bajo un contacto muy suave y superficial. Es una señal que indica que necesitan ser tratados. En cualquier caso, suele ser un tipo de “dolor placentero” o “dolor que alivia”.
Comenta con tu terapeuta de Shiatsu cualquier punto que notes doloroso o especialmente incómodo durante la sesión: ayudarás a tu terapeuta a adaptarse a tus necesidades y tú estarás más cómodo/a.

¿Qué se siente durante una sesión de Shiatsu? ¿Y después?

Cada persona es diferente y reacciona de forma distinta.
Con el Shiatsu se activa el Sistema Nervioso Parasimpático, que es el que activa los mecanismos de relajación del cuerpo. Es en este estado en el que el cuerpo puede comenzar a “curarse” a sí mismo. Las experiencias más típicas van desde una relajación profunda, sensación de paz interior, ausencia de tensión, alivio, desaparición de los dolores, o un aumento de la energía… Esta sensación suele prolongarse después de la sesión.
Para mantener este estado de relajación, es aconsejable no realizar actividades físicas intensas justo después de la sesión de Shiatsu.
En ocasiones, después de una sesión también puede experimentarse una “reacción curativa”, y sentirse cansancio, adormecimiento o un cierto aumento del dolor. Estas reacciones son sinónimo de que el cuerpo está trabajando, buscando el equilibrio perdido. Son sensaciones pasajeras (normalmente no más de un día) y necesarias.

¿Está bien si hablo durante la sesión de Shiatsu?

Siéntete libre de hablar durante la sesión de Shiatsu si deseas comentar algo que te esté gustando o desagradando, especialmente si hay alguna cosa que duela o te resulte incómoda. Un poco de “cháchara” tampoco hace daño, pero por lo general, es mejor disfrutar del estado meditativo del silencio y sus beneficios, siendo consciente de tu cuerpo y de los efectos que el tratamiento está teniendo en él.

¿Y si me quedo dormido/a?

¡No pasa nada! El sueño es un estado más de relajación profunda. Sin embargo, mantener un estado de consciencia o meditación activa durante el tratamiento, centrándose en las sensaciones corporales, es muy beneficioso. Si siempre te quedas dormido/a durante tu sesión de Shiatsu, tal vez deberías reflexionar por qué: puede que no sea la hora adecuada, que estés demasiado cansado/a, o que inconscientemente estés “huyendo” para no conectar con tu cuerpo.

¿Sentiré una mejoría inmediata?

Depende. Cada persona reacciona de una manera diferente, y también depende de si se trata de una condición crónica o de un problema puntual. Los efectos pueden percibirse a las pocas horas o en los próximos días, aunque la sensación de relajación y/o bienestar general suele percibirse inmediatamente.

¿Cuántas sesiones necesitaré?

Repito: cada persona es diferente y reacciona de forma distinta, algunos cuerpos necesitan más tiempo que otros para volver a recuperar su equilibrio. Normalmente en los casos que no son muy muy agudos, se trabaja una sesión semanal hasta que se experimenta una mejoría. Normalmente no se suele tardar en sentir los primeros resultados. A partir del momento en que se estabilizan dichos resultados se van espaciando los tratamientos hasta pasar a una fase de mantenimiento la cual se suele pactar con el terapeuta, dependiendo de las necesidades de cada persona. En general se podría decir que se necesita 1 mes por cada año que se haya padecido ese problema, pero no hay ninguna regla escrita.
Cuando se trata de una condición muy aguda (e.g. una tortícolis, lumbago, ciática…), suelen hacerse 2 o 3 sesiones más seguidas (cada 3 o 4 días), sintiéndose una mejoría significativa desde la primera sesión.
En cualquier caso, siempre es necesario que te sientas cómodo/a con el número de sesiones que harás, y deberías hablar con tu terapeuta en caso de que tengas cualquier duda.

¿Cómo puede el Shiatsu potenciar mi desarrollo personal?

El Shiatsu te ayuda a ganar consciencia de ti mismo/a, de manera que poco a poco estarás en mayor sintonía con tu cuerpo y tu energía. Como consecuencia, centrarás más tu atención en ti mismo/a y en tus objetivos en la vida.

¿Tendré que cambiar mi estilo de vida?

El terapeuta de Shiatsu debe respetar el estilo de vida individual escogido por cada persona. No te obligará a cambiar o llevar un estilo de vida concreto (“más saludable”). Sin embargo, cuando el problema de salud o el malestar son causados por unos hábitos poco saludables, es muy probable que tu terapeuta te recomiende cambios en tu dieta, ejercicios o actividades para reequilibrar tu energía, etc. Tú eres libre de seguir estas recomendaciones o no.

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