Tratamiento de moxibustión para presentación de nalgas durante el embarazo

por | martes, 17 noviembre 2015 | 7 Comentarios

La última vez que me llamó una mujer para preguntarme si vendía puros de moxa ya sabía de qué iba el tema, aunque no por ello dejó de sorprenderme. Desde hace unos años, no muy a menudo pero sí con cierta frecuencia, se ponen en contacto conmigo mujeres embarazadas a quienes su comadrona (nunca el médico u obstetra, en los casos que yo he conocido) les ha recomendado una técnica llamada moxa para ayudar a que el bebé, que “viene de nalgas”, cambie de postura.

No sé muy bien qué es lo que más me sorprende de todo esto: que las comadronas en el sistema público de salud estén recomendando esta técnica (¡es genial! y me encantaría poder hablar con algunas de estas comadronas e intercambiar opiniones e información, ¿alguna voluntaria?); o que buscando en Google dónde comprar puros de moxa encuentren a AMALUR ZEN antes que a proveedores de material de medicina china; o que estas mujeres se lancen a probar una técnica que no saben muy bien cómo funciona o cómo se realiza, que les han explicado “más o menos”, y que no busquen el consejo de un profesional de la medicina china.

Especialmente por esto último, para poder dar la información más completa posible a estas mujeres embarazadas que quieren probar este método natural para ayudar a que su bebé se gire, me decidí a escribir este artículo: cómo, cuándo y por qué utilizar la técnica de moxibustión en la presentación de nalgas.

Las posiciones del feto al final del embarazo

Uno de los factores que mayor impacto tiene en el desarrollo normal del parto es la posición en la que se encuentre el bebé. A partir de la semana 32 el feto comienza a asentarse en posición cefálica (es decir, cabeza abajo), y entre la semana 34 y la 38 ya se quedará “encajado” en esa postura, preparándose para nacer. En las últimas 8 semanas de gestación es cuando más y más rápido crece el feto (en el último mes crecerá aproximadamente el 30% del tamaño que el bebé tenga al nacer). Por eso, aunque el feto podría cambiar de posición o girarse en cualquier momento (incluso una vez comenzado el parto), cada vez tendrá menos espacio para poder moverse y será más dificil.

La postura ideal: posición cefálica vértice anterior

En esta postura el bebé está cabeza abajo, con la espalda hacia el abdomen de la mamá, y con la coronilla encajada en la pelvis materna. Ésta es la postura que más facilita el proceso normal del parto, debido a la anatomía de la pelvis materna y del cráneo del feto. Además, de este modo el feto ocupa el menor espacio posible (imagínate la típica “posición fetal”) y también hará menor presión sobre el sacro de la mamá (y será mucho más cómodo para ella). Es en la postura en la que se colocan entre el 85% y el 95% de bebés para nacer.

Posturas no tan ideales

Dentro de la presentación[1] cefálica, el feto puede adoptar diferentes posiciones que pueden ser problemáticas. En vez de “anterior” puede ser “posterior”, es decir, la columna del feto orientada hacia la columna de la mamá, el feto mirando hacia el abdomen. También, en vez de asomar la coronilla, el bebé puede tener la cabeza poco flexionada o incluso tener el cuello extendido y asomar la frente o la cara, respectivamente. Éstas son muy poco frecuentes (los porcentajes varían dependiendo de las fuentes, por lo que he visto alrededor de un 0,5-1%), pero pueden ocasionar que el parto se alargue (se dificultan los movimientos normales del feto y/o de la pelvis), que sea más complicado (con mayor dolor para la madre por la mayor presión en el sacro, más necesidad de dilatación por un mayor diámetro de la cabeza del feto, etc.), provocar lesiones en el bebé o incluso hacer necesaria una cesárea de emergencia.

Cuando el feto se encuentra en situación transversa u oblicua al inicio del parto, éste generalmente se girará de forma espontánea y se colocará longitudinalmente, ya sea en presentación cefálica o podálica. Si esto no ocurriera, el parto vaginal es totalmente imposible y la cesárea será imprescindible.

La segunda postura más frecuente, después de la cefálica anterior, es la presentación podálica o de nalgas (alrededor del 5%, pero el porcentaje varía mucho según la edad, el país, y si es el primer parto o se ha dado a luz antes). También aquí hay variaciones: puede ser “completa”, cuando no se ha alterado la posición fetal, o “incompleta”. En este segundo caso, las piernas del feto pueden estar extendidas en vez de flexionadas, o puede que uno o los dos pies, o las rodillas se encuentren por debajo de las nalgas y asomen por el canal de parto primero.

Hay diferentes motivos para la presentación fetal de nalgas: una malformación uterina, niveles demasiado bajos o demasiado elevados de líquido amniótico, placenta demasiado baja, contracción pélvica, cuando el cordón umbilical es demasiado corto o tiene algún problema (está enrollado o tiene algún nudo).

En la mayoría de casos se suele recomendar una cesárea para evitar riesgos, aunque cuando se trata de una posición podálica completa sin otras complicaciones de las mencionadas, y especialmente si no es una madre primeriza, su pelvis es ancha y/o la cabeza del bebé pequeña, el parto vaginal es posible.

También es importante recordar que, aunque en las últimas semanas de embarazo se compruebe la posición del feto mediante ecografía, la posición definitiva que el bebé tendrá para nacer no se sabrá hasta el mismo momento del parto. Especialmente en mujeres que ya han sido madres, debido a que los músculos uterinos y abdominales suelen estar más distendidos tras lo partos anteriores, es muy probable que el feto no adopte la posición cefálica hasta muy poco antes del parto.

Tratamiento de moxibustión para presentación de nalgas durante el embarazo

Un tratamiento clásico de la medicina tradicional china para conseguir que el bebé se gire, es la estimulación mediante moxibustión del punto 67 del meridiano de Vejiga o 至陰 (zhì yīn).

Este punto se encuentra situado en el ángulo externo de la uña del 5º dedo del pie, o meñique.

V67y   V67

La moxibustión o “moxa” es una técnica de la medicina china que consiste en aplicar calor quemando las hojas de la planta Artemisia sobre los puntos de acupuntura o zonas concretas del cuerpo. En este caso se suelen utilizar la moxa en formato de “puro”, bien sea el original de artemisa o de tipo “sin humo” (en este otro artículo del blog explico los orígenes de la moxa y los diferentes tipos y aplicaciones).

Cómo realizar la técnica

Material necesario:

  • puro de moxa
  • mechero o cerillas
  • vela (opcional)
  • cenicero o bol para echar la ceniza
  • papel de aluminio o un cuenco pequeño con arroz o con arena para apagar la moxa (explicación más adelante)

El mejor momento para empezar el tratamiento es sobre la semana 34 de gestación. Aunque podría hacerlo la futura mamá ella sola, es recomendable que sea otra persona (pareja, familiar, amigo/a) la que lo haga, pues importante que la mujer pueda estar lo más relajada posible, en una postura cómoda, y pudiendo estar respirando, centrada en su cuerpo, sus sensaciones y contactando con el bebé.

La mejor postura para la embarazada será tumbada de lado, con los cojines necesarios para estar bien apoyada y cómoda. Como la técnica se ha de aplicar en los dos pies, comenzar primero con el pie que queda por encima. Para poder acceder al lado externo de la uña del dedo meñique del otro pie, el que queda debajo, es posible flexionar la rodilla y utilizar algún apoyo, de manera que el pie quede levantado. También se puede cambiar de postura, girando hacia el otro lateral. Aprovecha antes de empezar para localizar bien los puntos, en los dos pies, y decidir en qué posturas trabajarás.

Si utilizas moxa tradicional, te aconsejo que estés en un lugar bien ventilado tanto durante como después de la aplicación. Si tienes problemas respiratorios, como asma, bronquitis, u otros, o si el olor de la artemisa te resulta desagradable, puedes probar con la moxa sin humo.

Enciende la vela y acerca el extremo del puro de moxa al extremo de la llama (puedes prescindir de la vela y encender la moxa con el mechero, pero personalmente me resulta más fácil y cómodo hacerlo con la vela, pues puede llevar un ratito y así no te quemas los dedos, hehehehe). Asegúrate de que se calienta bien toda la circunferencia del puro y después sopla brevemente para que el calor penetre. Puede que necesites repetirlo varias veces hasta que se encienda del todo, especialmente si se trata de moxa sin humo, que tarda más en prender correctamente.

Acercar la punta incandescente del puro de moxa al punto V67, a una distancia entre 1 y 3 cm, y perpendicular al plano de la piel. Es posible acercar y alejar ligeramente la moxa, así como hacer pequeños (muy sutiles) movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj (queremos tonificar el punto). Si en algún momento el calor es demasiado intenso, se puede hacer una pausa, trabajar con la moxa más alejada de la piel, o cambiar al otro pie. En total, se aplicará la moxa entre 15 y 20 minutos, intentando trabajar el mismo tiempo en los dos pies. La piel se pondrá roja (dependiendo de la sensibilidad de cada una), pero no se debe llegar a formar ampolla o quemadura.

Para acabar, puedes apagar la moxa “enterrándola” en un cuenco con arroz o arena, aunque la técnica que a mí más me gusta es la que enseñan en este video, utilizando un trozo de papel de aluminio (ojo, tendrás que preparar el rulo de papel de aluminio antes de empezar). Nunca apagues tu puro de moxa con agua, pues se estropeará.

El tratamiento se debe repetir una vez al día durante 5 días consecutivos. La embarazada notará un incremento en la actividad y movimiento fetal. Tras los 5 días, se debe volver a comprobar la posición del feto: mediante ecografía, exploración por un especialista sanitario capacitado (médico, comadrona… ), aunque puede que la futura mamá también pueda notar la postura en la que está el bebé. Si no ha habido cambios, hacer un descanso de 4 o 5 días, y volver a repetir el tratamiento otros 5 días.

Es posible repetir el tratamiento más veces, pero es muy importante respetar los tiempos de pausa, y comprobar si el feto ha cambiado la postura.

El supuesto mecanismo de acción

Según la Medicina China, en el punto Vejiga 67, 至陰 (zhì yīn  o “llegada del Yin”) conectan los canales de Vejiga y Riñón, que son los dos canales del elemento Agua, que es también el elemento que rige la última fase del embarazo, así como el nacimiento del bebé.

Por una parte, el feto dentro del útero tiene una cualidad Yin, que no para de crecer durante nueve meses. El Qi de Riñón de la madre, junto con su Esencia o Jing y la Sangre o Xue, son las sustancias que nutren al feto para que éste se desarrolle. Según la teoría del Yin y el Yang (陰陽, yīn yáng), cuando el Yin llega al máximo se transforma en Yang: el bebé se gira y se prepara para moverse, para nacer. Si el Yin en el útero materno no consigue desarrollar cualidades Yang, entonces el feto no se girará. Tratar el punto con la energía Yang de la moxa estimula ese cambio de Yin a Yang.

Por otra parte, este punto regula y tonifica el Qi de Riñón (si éste está débil, tendrá dificultad para mantener al feto en la posición correcta). Por ello, también es un punto útil en caso de retención de placenta, parto prolongado o difícil, o para estimular el inicio del parto cuando ya se ha salido de cuentas.

Desde un punto de vista más científico, está comprobado que la estimulación mediante moxibustión del punto V67 aumenta la movilidad del feto. Se desconoce exactamente el mecanismo de acción, pero una hipótesis es que al estimular el punto V67 se estimula la acción del córtex adrenal (corteza suprarrenal), que produce mineralcorticoides y glucocorticoides que a su vez, regulan varios componentes del metabolismo y de la producción de diferentes hormonas, que podrían llevar a un incremento en la contracción miometrial (del útero).

Se han hecho multitud de estudios clínicos de esta técnica, y aunque los resultados sobre su efectividad varían mucho y todavía es necesario más investigación, está demostrado que ésta es una técnica segura[2], sin efectos adversos ni para la madre ni para el feto.

A continuación dejo enlaces a algunos de estos estudios, por si tienes curiosidad (en inglés), que muestran resultados muy positivos y porcentajes de efectividad muy elevados:

Y también un estudio que hace una revisión y comparación de todos los informes, ensayos clínicos y estudios anteriores:

Mi experiencia con clientas

En los años que llevo practicando Shiatsu, he tenido la oportunidad de trabajar con muchas mujeres embarazadas, especialmente después de realizar la formación de especialización en Shiatsu para el embarazo con Suzanne Yates.

En los casos (he de reconocer que no han sido muchos) en los que me he encontrado con casos de presentación de nalgas, generalmente propongo una sesión de moxibustión con la embarazada y su pareja o una persona de apoyo. Así puedo enseñarles la técnica, explicar todo el protocolo para que después puedan hacerlo en casa, y de regalo se llevan un par de puros de moxa.

También suelo enseñar algunos ejercicios sencillos y recomendaciones generales que pueden ayudar también a que el feto se gire, como caminar a gatas, mantenerse activa, tumbarse de lado para descansar (en vez de sentada en el sofá o tumbada boca arriba) y alguna otra cosa.

Siempre recomiendo consultar con la comadrona antes de nada y asegurarse de que todo está bien. ¡¡Es importante recordar que algunos bebés tienen buenas razones para no girarse!!

Dónde comprar puros de moxa

Es posible comprar puros de moxa en cualquier tienda que venda material de acupuntura. Si vives en una ciudad grande podrás encontrar más de una. Además, siempre es posible encontrar tiendas on-line para poder hacer la compra por internet: ¡hoy en día puedes comprar puros de moxa hasta en Amazon!.

Si vives en Barcelona, estas son dos de las tiendas más importantes:

  • Zen Long – Carrer de Consell de Cent 146
  • Agu-Punt – Carrer de Casp, 158

¿Tienes dudas? ¿Te gustaría pedir una cita? 

Puedes mirar la página de tratamientos para el embarazo o la de tratamientos con moxibustión, o contactarme directamente en info@amalur-zen.com o 661 950 447.

 


Notas:

[1] Se le llama presentación a la identificación de cuál de los dos polos fetales se pone en proximidad o en contacto con la pelvis menor materna. Como el feto solo tiene dos polos, solo existen dos presentaciones posibles, la presentación cefálica (“cabeza abajo”) y la presentación podálica (“de nalgas”).

La situación fetal es la relación entre el eje longitudinal del feto y el de la madre, y se pueden distinguir tres situaciones: longitudinal (el eje longitudinal del feto es paralelo al eje longitudinal materno), transversa (el eje longitudinal del feto es perpendicular al de la madre) y oblicua (el eje longitudinal del feto forma 45º con el de la madre).

La posición fetal describe el posicionamiento del cuerpo del feto respecto a la pelvis materna, usando una parte del cuerpo del bebé como referencia, que generalmente es el dorso o espalda. La posición guarda estrecha relación con la presentación fetal y se suelen describir juntas.

Fuente: Wikipedia

[2] Para profesionales de la MTC: es importante recordar que aplicar demasiada moxa a una mujer embarazada con déficit Yang de Bazo, puede inducir el parto demasiado pronto. También, si la futura mamá está ansiosa, exhausta, turbada, etc., será preferible que la técnica la haga un especialista en vez de ella en casa.

 

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!
Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterEmail this to someone
Sandra Jiménez

Sandra Jiménez

Terapeuta de Shiatsu Zen

Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.

En 2011 lancé AMALUR ZEN como  un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias  AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral,  donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas.  ¿Quieres conocer mi historia?