Ampuku, masaje abdominal y emociones
El Ampuku (o Anpuku) es una técnica antigua de masaje sobre el abdomen, originaria de Japón, y uno de los antecesores del Shiatsu [1]. Ampuku significa «calmar el Hara«, siendo el Hara el abdomen, y sirve para tratar muchas patologías de esta zona: mala digestión, estreñimiento, problemas menstruales, problemas lumbares, etc. Pero, además, mediante las técnicas del Ampuku podemos estimular la energía de todo el cuerpo, pues según la medicina oriental, la zona abdominal (Hara, Tandem o Seika Tandem en japonés, Tan Tien o dān tián en chino) es la parte más importante del cuerpo: es el centro y origen del Qi o Ki, y muchos órganos internos vitales se encuentran en esta región.
Shizuto Masunaga, tras investigar antiguos manuscritos, consideró el Hara como el origen de todos los meridianos al desarrollar su teoría de Zen Shiatsu. Así definió el Hara como una zona tanto de diagnóstico como de tratamiento. El diagnóstico de Hara es una técnica específica del Shiatsu Zen, que sirve para evaluar el estado de cada uno de los 12 meridianos principales del cuerpo, clasificándolos en estados Kyo (vacío, necesidad) o Jitsu (plenitud, exceso). También se considera que desde el abdomen se puede influir energéticamente en todo el cuerpo.
Muchas artes marciales como el Aikido o el Tai Chi consideran también al abdomen nuestro centro vital (es, además, nuestro centro de gravedad), y se considera fundamental trabajar desde el Hara / Tan Tien para conseguir una buena técnica. Los diferentes sistemas de yoga, muchas formas de meditación… todos ellos reconocen la importancia esencial del abdomen, como nuestro centro vital, de Qi, de fuerza y serenidad.
Ahora además, gracias a la ciencia, sabemos además que el abdomen posee un gran número de neurotransmisores, y se le ha denominado el Segundo Cerebro [2], o Sistema Nervioso Entérico. Este sistema no sólo funciona de forma autónoma controlando las múltiples funciones digestivas y de absorción de nutrientes, sino que según ciertos estudios científicos, sería capaz de memorizar emociones y sufrir estrés. Es decir, las investigaciones muestran que su cometido va más allá, pues produce sustancias psicoactivas que influyen en el estado anímico, como los neurotransmisores serotonina y dopamina, así como diferentes opiáceos que modulan el dolor, además de sintetizar benzodiazepinas que tienen un efecto tranquilizante. Incluso si pensamos en las circunvoluciones del cerebro y el aspecto del intestino delgado, podemos observar cierta similitud.
Aquí podéis encontrar un interesantísimo artículo con mucha más información sobre cómo funciona el Sistema Nervioso Entérico y cómo influye en nuestra vida diaria.
Nervios, inseguridad, estrés, etc. se manifiestan desde nuestros primeros momentos de vida extrauterina mediante llantos y los llamados cólicos del lactante y, más adelante, el clásico «me duele la tripa» que dicen los niños sin aparente explicación.
Nuestra más íntima relación inicial con el exterior es oral y alimenticia y a partir de ahí nos convertimos en parte del medio para sobrevivir en él.
Nuestro intestino considerado hasta no hace mucho tiempo como una mera cañería, ha pasado a ser tenido en cuenta como centro de la llamada inteligencia emocional o experiencial, en un nuevo campo: La Neurogastroenterología.
Volviendo al Ampuku, y con esta nueva información, parece de sentido común que masajeando el abdomen podamos ejercer una influencia muy positiva en todo nuestro organismo: favorecer el tránsito y las secreciones intestinales, ayudar a evacuar toxinas, fortalecer el sistema inmunológico y además, estimular toda esa fuente de neurotransmisores. Y si en verdad nuestra tripa tiene memoria, podemos tratar miedos profundos y recuerdos guardados fuertemente bajo llave, podemos relajarnos, calmarnos y hacer que nos sintamos mejor, podemos contactar con una parte lejana de nosotros, que sin embargo, sigue en nuestras vidas de forma inconsciente.
Escucha a tu cuerpo, y sobre todo, escucha a tu barriga, mímala un poco y atrévete a masajearla y acariciarla. Coloca tus manos y siente, ¿qué es lo que te dice?
En el próximo artículo: técnicas de automasaje para el estreñimiento…
[1] Algunas teorías afirman que el Ampuku fue introducido desde China junto con la acupuntura y otras artes médicas, mientras que otras sostienen que se desarrolló de forma independiente en Japón. En cualquier caso, el Ampuku siempre ha estado muy vinculado al Anma, el masaje tradicional japonés.
[2] The Second Brain (Michael Gershon)
Sandra Jiménez
Terapeuta de Shiatsu Zen
Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.
En 2011 lancé AMALUR ZEN como un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral, donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas. ¿Quieres conocer mi historia?
Muy chulo, me ha gustado mucho
Te felicito por el tema de tu blog. La sabiduría del oriente debe ser tomada en cuenta para cuidar y mantener (recuperar por supuesto) nuestra salud. El cuerpo humano soporta todo el daño que le hacemos, hasta puede curarse por sí solo, pero si no lo dejamos tranquilo muchas veces los resultados son catastróficos. En Perú recién se usa, veamos si la gente aprovecha la oportunidad de vivir mejor. Si desean información pueden escribirme.
Una japonesa llamada Maiko me está haciendo esa terapia. Es algo increíble, lo nunca visto. Gracias Maiko Tahara de Madrid.