Ampuku: automasaje para el estreñimiento

por | sábado, 28 mayo 2011 | 3 Comentarios

El último post hacía una introducción a la técnica de masaje abdominal Ampuku y las bondades y la necesidad de prestar más atención a nuestras barrigas. En la sociedad moderna occidental los problemas relacionados con el buen funcionamiento de los intestinos cada vez son más frecuentes (estreñimiento, diarreas crónicas, síndrome de colon irritable, intolerancias alimenticias…).

Muchas personas que sufren de estreñimiento, probablemente estén hartas de oír que tienen que comer más fibra. Es verdad que la falta de fibra en la dieta hace que el tránsito intestinal sea más irregular y la flora bacteriana de peor calidad (teniendo esto también impacto en la digestión y absorción de nutrientes). Pero también son causa de estreñimiento los cambios hormonales (durante el embarazo, la menopausia, o a lo largo del ciclo menstrual), la depresión, la ansiedad y otros trastornos emocionales. Incluso problemas en la zona lumbo-sacra, la parte baja de la espalda donde salen los nervios del sistema nervioso autónomo para regular los intestinos, pueden provocar también problemas de estreñimiento.

Sea cual sea el origen del problema, como si es algo puntual (un viaje te ha cambiado tus rutinas), como si estás harto/a de comer ciruelas y probar laxantes, aquí tienes paso a paso un sencillo automasaje, con algunas técnicas del masaje abdominal Ampuku, que te ayudará a solucionarlo.

0. Busca un momento de tranquilidad, y asegúrate de tener tiempo para hacer todos los pasos, y que después no tendrás que salir corriendo a ningún lado (es posible que tengas que salir corriendo al baño 🙂 ).

1. Túmbate boca arriba, bien sobre la cama o sobre una esterilla de yoga o alfombra gruesa en el suelo. Dobla las piernas, colocando los pies en el suelo bien apoyados.

2. Coloca las manos en el abdomen, justo por debajo del ombligo, y siente tu respiración. Poco a poco, intenta alargar la respiración, llevando el aire a donde tienes las manos.

3. Con la palma de una mano, haz ligeras presiones a lo largo del abdomen, notando el tono muscular, zonas que estén más rígidas, más blandas, diferencias de temperatura, bultos, etc.

4. Haz presiones en los límites del abdomen, notando la cadera (el hueso ilíaco) y los arcos costales.

5. Haz círculos alrededor del ombligo, presionando con los cuatro dedos de la mano (es decir, sin el pulgar), en el sentido de las agujas del reloj.

6. Masaje del intestino grueso. Comenzando desde la zona del ciego, donde empieza el intestino grueso, en la parte inferior derecha del abdomen, seguir el recorrido del intestino haciendo un masaje relativamente profundo (¡no tiene que doler!) con los dedos, haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj. Subimos por el colon ascendente, continuamos de derecha a izquierda por el colon transverso, y bajamos por el colon descendente. Haremos especial hincapié en los ángulos, donde el intestino grueso cambia de dirección. Repetir 3 o 4 veces.

Partes del intestino grueso

7. Relajar las rodillas, estirando las piernas. Con dos dedos, hacer espirales muy ligeras, rápidas y superficiales, en la zona entre el ombligo y el pubis. Esto estimula el flujo sanguíneo en el intestino delgado.

8. Entrelaza las dos manos, y con la parte cubital (el lado de los meñiques), hacer un movimiento de arrastre descendente, en forma de J, bajando por el colon descendente (es decir, primero en vertical, y después en diagonal hacia la ingle). Repetir 2 veces.

9. Para acabar, vuelve a hacer un masaje general de todo el abdomen, notando otra vez el tono muscular, la sensación en general, y si hay cambios respecto al inicio.

10. Vuelve a colocar las manos debajo del ombligo (las piernas pueden estar estiradas o flexionadas, como te resulte más cómodo), y haz varias respiraciones profundas.

Por supuesto, cuando se trata de un caso crónico, tal vez deberías plantearte qué cambios podrías introducir en tu día a día para hacerle la vida más fácil a tus intestinos. Así, otras recomendaciones para el estreñimiento serían: añadir más fibra en tu dieta, en forma de verdura, fruta y cereales integrales; beber más agua (y menos café, menos bebidas carbonatadas, o bebidas industriales llenas de azúcar y químicos); hacer ejercicio, caminar, bailar, ¡moverse!; hacer respiraciones profundas y completas, ejercicios de relajación; e intentar buscar un momento regular para ir al baño.

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Sandra Jiménez

Sandra Jiménez

Terapeuta de Shiatsu Zen

Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.

En 2011 lancé AMALUR ZEN como  un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias  AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral,  donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas.  ¿Quieres conocer mi historia?