¿Pensar con la cabeza o con el corazón?
Ante la toma de una decisión importante, o incluso en las cotidianas del día a día, es frecuente tener la duda de si debemos escuchar a nuestro corazón o a nuestra cabeza. Detrás de expresiones del tipo «no hay que dejarse llevar y tomar una decisión sin pensar» o «piensa con la cabeza y no con el corazón», está la separación de cabeza y corazón. Esto puede parecer una obviedad, pero ¿y si es algo meramente cultural?.
El Língshūjīng («Eje espiritual«), uno de los libros antiguos de la medicina china, dice en el capítulo 71: «El Corazon […] es la residencia de la Mente«. Según la tradición médica china, una de las principales funciones del Corazón es alojar la Mente.
En este contexto, Mente, es una traducción de 神 – Shén. Al igual que ocurre con muchas palabras chinas, su traducción no es trivial, ya que una única palabra no puede captar toda la riqueza de matices de la palabra china original. Según T. Kaptchuck, el Shén es la conciencia que brilla en los ojos cuando estamos verdaderamente despiertos.
Dependiendo del diccionario, y de la época y contexto en el que se hiciera la traducción, Shén puede significar «espíritu», «dios», «sobrenatural», «espiritual», «alma», «misterioso», «inspiración», «genio»… y «mente». El uso de «mente» es adecuado en este contexto, pues las funciones del Shén tal y como son descritas en los antiguos textos médicos chinos, corresponden de forma muy cercana a las actividades mentales (incluidas las emociones, el pensamiento, la consciencia…) atribuidas a la mente en la psicología occidental.
En el Canon de Medicina Interna del Emperador Amarillo, Huángdì Nèijīng, la palabra Shén hace referencia a dos aspectos principalmente:
- Indica la actividad de pensamiento, consciencia, interiorización, memoria… Todos ellos dependen del Corazón.
- Indica la esfera total de los 5 aspectos mentales, emocionales y espirituales del ser humano.
De este modo, la Mente – Shén, es responsable del pensamiento, la memoria, la consciencia, la interiorización y el autoconocimiento, la capacidad cognitiva, los sueños, la inteligencia, el deseo y las ideas. Todas estas actividades mentales, que en occidente asociamos con la cabeza, según la tradición china se rigen por el Corazón.
Incluso los caracteres chinos para pensamiento (臆 – yì), pensar (想 – xiǎng) y pensativo (思 – sī) tienen todos la raíz del caracter que significa corazón (心 – xīn).
Me pregunto si los chinos sentirán la misma dualidad, la misma duda ante una decisión: ¿usar el corazón o la cabeza?
Sandra Jiménez
Terapeuta de Shiatsu Zen
Soy una ingeniera informática que un día decidió dejar su trabajo para dedicarse de pleno a su pasión: el Shiatsu, la Medicina Tradicional China, la salud y el bienestar. Desde entonces he trabajado y colaborado con varios centros de terapias naturales como terapeuta de Shiatsu y masajista.
En 2011 lancé AMALUR ZEN como un blog sobre Shiatsu y salud y en 2013 abrí el centro de terapias AMALUR ZEN ~ Bienestar Integral, donde comparto el espacio con un equipo multidisciplinar de terapeutas. ¿Quieres conocer mi historia?
Del corazon y la mente.
Alexander Lowen, fundador de la psicoterapia bionergética y discípulo de Wilhem Reich (a su vez alumno disidente de Sigmund Freud) fundamenta su enfoque terapéutico en la afirmación (procedente del análisis de un sueño que se le presentaba insistentemente) «el corazón es el rey y la mente su consejero»)
Gracias por tu comentario Guillermo! Estaré atenta a las cositas de Alexander Lowen que se crucen por mi camino! 🙂